El espejo te dice, nada de lo que hiciste fue real. Hablás y hablás... Cómo hoy llegamos hasta acá?





miércoles, 5 de mayo de 2010

Cuarto Oscuro




Muchos de mi generación, nacidos en dictadura y afortunados por haberla padecido sólo superficialmente (casi inconcientemente) llevamos encima algo que todavía no sabemos cómo explicar.

Por momentos, cuando el dolor es insoportable y visible, eludimos el análisis llamándolo angustia. Algunos un poco más grandecitos prefieren el término melancolía. Y sólo cuando estamos un poco más existencialistas, elegimos la palabra vacío.

Todo encierra una terrible tristeza incalificablemente profunda. Una vez me dijeron que la diferencia entre tristeza y depresión era que la primera tenía una razón de ser. Una, gigante. La segunda en cambio respondía a un motivo desconocido. Existente pero tan disfrazado que era difícil de descubrir.

Y pienso si será por eso que a mi generación le gusta tanto el grunge. Si será porque nos gusta hablar de, y saber si es o no, y reconocer diferencias, y experimentar, y salir de, y enroscarnos en, y liberarnos del... siempre el mismo dolor.

Hay algo que nos frustra de antemano y nos acerca a una represión que evidentemente se respiraba en el aire durante aquella época. No dejo de convencerme: de alguna manera esa dictadura nos tocó, por algún lado nos salpicó.

Del dolor se vuelve. De la tristeza y de la depresión, con grandes amores también. Decir eso para mi significa que el grito de Cobain, el alarido de Cornell o el grosor de la voz de Vedder además de envolver el dolor, la frustración y el bajón de la existencia, modulan la esperanza de salir de esos lugares oscuros. Hay fe en que se puede zafar de aquello que nos dejó tristeza.

Sé que Roma y Cristian (y supongo que Kali y Toto también) crecieron, como yo, con esos dolores ajenos que internalizamos hasta el disfrute. El grunge supo anidar nuestras tristezas y gritarlas con potencia para que nosotros hoy podamos resignificar el padecimiento y poner la fuerza del género en la lucha contra todos esos que nos salpicaron de violencia, de injusticia y de espanto.

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